martes, 2 de septiembre de 2008

Click!

Amo sentir ese CLICK! cuando algo, alguien, te hace descubrir o descubrirte. Sientes una emoción y un equilibrio indescriptible, pues algo que estaba escondido, oculto, se ha develado o, en la mayorìa de los casos, adquieres conciencia que ha estado ahí ( en tu interior) por siempre. Luego de ello, muchas cosas pueden cambiar, pues has logrado un aprendizaje de vida.

Eso me ha pasado incontables veces, ¡Y quiero que siempre me pase! ¿Quién no recuerda una frase, un libro, unas palabras, una imágen que te redimensiona todo o gran parte del todo de lo que vives, sabes, sientes? Pues se puede dar en lo intelectual, en lo emocional, en lo espiritual. Como una vez escuché: "Tu corazón salta diciendo SÍ, ESO ES"

En una ocasión, caminando por calles de mi ciudad, buscaba dejar tras cada paso la enorme tristeza que sentía, quería a costa de cansancio y, mirar "sin mirar", encontrar nuevamente paz. Hacía pocos meses dejaron de estar a mi lado mi mamá y hermana, pues su avión se estrelló. No podía llorar, gritar.. nada. No sabía como sacar de mis entrañas el dolor, la soledad, la confusión.

A mitad de una calle que ni recuerdo, aparece un cartel en una casa invitando a apreciar obras del pintor Camilo Mori. Entré por dos razones: era gratis... y este pintor hizo un retrato de mi abuelo, agradecido por sanarlo de una enfermedad. Comenzé a observar los cuadros, sin expectativas, sólo queriéndo borrar lo que sentía. Pero en un momento una de ellas provocó que se abrieran mis sentidos y mis ojos. No podía dejar de verla. Recuerdo que era un desnudo, incluso sólo parecía casi un boceto, pero algo en la postura de la modelo, en sus facciones y sus ojos me atraparon.

Pero no era ella, una mujer sin extraordinaria belleza, la que me absorvía. Había algo, que me hacía observarla y observarla sin moverme. No sé cuánto rato estuve así. Pero comencé a experimentar que había una conexión en esa pintura y mi yo de ese momento, y eso me regaló paz. Sentía que esa pintura había sido diseñada para mí. Era mi cómplice muda.

Comenzé a sentirme mejor.. ¿Por qué? No lo sabía, no me importaba. Y allí, quizás en medio de muchas personas, pude llorar, tranquila, emocionada y acompañada. Ella comprendía.

De repente pude sacar mis ojos de la pintura y venció mi curiosidad en la Historia, ¿Cuándo se pintó ese cuadro? ¿Cómo lo había titulado? Y me acerqué a un pequeño cartel que me lo decía a su costado.

Entendí ese click.

La obra se llamaba "Melancolía"


Fueron muchos los regalos de esa pintura, obviamente me hizo conectarme con mi pena y dejarla salir, pero también me entregó lo que este post dice: un click al arte pictórico; hoy aprecio, busco en él más de lo que creía que podía darme. Antes pensaba que sólo entregaba belleza, expresión social o de sentimientos de otros. Ahora puedo entender que cada obra me da la oportunidad de mirarme, mirar a los otros, en profundidad y, por ello, valorarlo en gran medida.

Nunca más volví a ver a mi querida "Melancolía", ni siquiera en red, museos. Creo que era una muestra de pinturas de colección privada. Es por ello que no tengo su imágen aquí publicada. Pero a ella, a Camilo Mori, mi emociòn y gratitud por el salvavidas que me otorgaron y por develarme un aprendizaje inesperado.