Él es Bernardo Kliksberg, argentino de nacimiento, pero radicado desde la década del 70 en Venezuela. Es considerado uno de los pioneros de nuevos campos del pensamiento sobre el Desarrollo, cómo la ética para que este ocurra, el capital social, la responsabilidad social empresarial y la gerencia social. Obviamente ha tenido una carrera académica increible, contando con cinco títulos universitarios, entre ellos dos Doctorados, en economía y management, ¡En todos los casos con las máximas distinciones!.
Esencialmente es un impulsor de ideas y programas renovadores en la lucha contra la pobreza en toda América Latina, ha asesorado a Presidentes, gobiernos, instituciones de la sociedad civil y empresarial y actualmente es el asesor principal del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) en América Latina y el Caribe. Se dice de él que es la persona que mejor conoce el desafío de reducir la pobreza en América Latina.

Ha sido prolífico y "mateo", ya ha escrito 47 libros, el último de los cuales "Primero la gente" lo escribió en conjunto con el Premio Nobel de Economía Amartya Sen (Deusto Ediciones, Planeta, 2008), al mismo tiempo escribe permanentemente para algunos de los principales periódicos del Continente, entre ellos: La Nación y Clarin de Argentina, La República en Uruguay, O Globo y Valor Económico de Brasil, El Universal de Venezuela, Reforma de México y muchos otros.
En fin, un hombre estudioso y, como quiero mostrar en unas pocas líneas, un ser que se entregado por entero hacia la ayuda de los otros, los que tienen menos oportunidades y ha logrado ser escuchado por gobiernos e instituciones de jerarquía continental y mundial (Otra cosa es que se le haga caso, pero en fin, él está entregando lo suyo y eso es lo más importante). Una muy buena entrevista, amena y cercana se puede leer aqui.
Hace muy pocos días publicó en una revista electrónica, "Safe Democracy" un artículo muy esclarecedor que todos estamos viviendo: el alza de los alimentos. ¿Quién no se ha resentido en su presupuesto familiar por la subida incesante de estos precios? Pero, obviamente, esto está afectando muchísimo más a los pobres. En ese sentido el artículo denominado "La remesa y el precio de los alimentos afectan a los pobres de Latinoamérica" hay muchísimas afirmaciones y verdades, pero quiero destacar algunas:
- En el último año, los precios internacionales de productos esenciales para la alimentación de los pobres del planeta (más de 3.000 millones de personas) dieron un salto. El maíz ha subido un 70 por ciento, el trigo un 55 por ciento, en tanto que el arroz ha experimentado un auge del 160 por ciento. El Banco Mundial estima que para un grupo de 41 países pobres, el efecto combinado del aumento en los alimentos, en el petróleo, y otros insumos en los últimos 18 meses les está contando del 3 al 10 por ciento de su Producto Interior Bruto. “Un informe de la FAO y la OCDE estima que la producción de biocombustible es responsable de un tercio del aumento en los precios de los aceites vegetales y de los granos” Un dato: se han producido revueltas por alimentos en más de 30 países.
- Entre las causas del alza, estriban las reducciones de la producción ligadas con frecuencia al deterioro medio ambiental, la marginación de los pequeños agricultores, el aumento del petróleo que repercute en los fertilizantes, los transportes, y las maquinarias agrícolas, el ascenso de la demanda de China, la especulación y las políticas proteccionistas y de apoyo al biofuel de los países más ricos.
- Mientras que el consumo de cereales para alimentación humana y animal creció entre el 4 y el 7 por ciento entre 2000 y 2006, su uso para fines industriales como el biocombustible se elevó en un 25 por ciento. Una estimación indica que llenar el tanque de una camioneta con biocombustilble equivale al consumo de maíz de una persona durante un año entero.
- Según la CEPAL, el Índice de Precios al Consumo Interanual subió una media del 6 y 7 por ciento hasta abril 2008, en cambio los alimentos se elevaron más del doble, un promedio del 15 por ciento. Ello implica una mayor inflación relativa para los pobres, dado el alto porcentaje de su ingreso destinado a alimentos. Peor aun teniendo en cuenta que los que más subieron son cereales como el trigo y el maíz de gran presencia en la dieta de los pobres.
- Según el IFPRI, el impacto del aumento de los cereales es muy fuerte en los hoga

- Frente a los riesgos adicionales que significan para un continente, que tiene más de una tercera parte parte de su población en pobreza y el aumento de los alimentos, se requieren políticas que fortalezcan las posibilidades productivas de los pequeños y medianos agricultores, amplíen la infraestructura rural, reduzcan los precios de los alimentos, mejoren los ingresos especialmente de los más carenciados, y vigorosas políticas sociales.
Finalmente, termina con una frase con la que estoy completamente de acuerdo:
"Al respecto, será necesario aplicar las lecciones aprendidas del pasado donde la reducción de la inversión social en periodos de dificultades, cuando más que nunca se hacía necesario protegerla, y aumentarla, agravó seriamente la enorme deuda social pendiente en la región".
Es absolútamente reconfortante que personas serias, de la "elite" intelectual, se entreguen a este camino: abrirnos los ojos, decir sin miedos la verdad, aportar las herramientas de sus estudios y experiencias para el servicio a los demás. Es por ello que va mi admiración al profesor Kliksberg. Necesitamos muchos como él.
Existen problemas gravísimos de indigencia y pobreza en nuestra región, y en el mundo, y deben existir estudiosos, colaboradores, generadores de políticas y acciones que busquen soluciones y las apliquen. Por mi parte estudio, aprendo, me quito la venda de mis ojos, miro al otro y confío que todo lo que hoy estudio y entrego a mis alumnos, a mis hijos los conviertan en seres que "den el salto" por la humanidad.
Termino con una anécdota, hace unos tres meses leía un artículo de Bernardo Kliksberg y tuve dudas, preguntas, etc., y me atreví a escribirle, suponiéndo que, con suerte, alguno de sus colaboradores o ayudantes quizás lo leería. Cuál no sería mi sorpresa al ver que no sólo me leyeron, el mismísimo profesor Kliksberg me contestó, me ayudó con mis dudas y me envió de regalo un artículo aun no impreso o publicado para colaborarme. A eso lo llamo un "maestro".